jueves, 23 de junio de 2011

Prototipo

Me canse de las películas, de las caras nuevas, del café de las 10, del cigarrillo y de las mismas viejas canciones que nuevamente elijo.
De los mismos colectivos que me arrojan en lugares conocidos, de las charlas redundantes, de las noticias del día que hacen resonancia, de promociones y habladurías.
Me canse de las críticas “constructivas y derrumbistas”, de los pontos de vista, de las mismas voces que hacen eco.

Me deje crecer la barba.. JUVENTUD!, lo denota la finitud y los espacios sin cubrir. JUVENTUD? jajaja, que experimento idiota! tesis-antitesis-síntesis. De eso también me canse!

Y salí ayer a la lluvia, camine entre los reflejos calidos que provocan las luces en el pavimento mojado y en los adoquines, observé como desfilaban a montones las gotas iluminándose a la altura de los focos y pensé “creo que hacer esto cada vez que llueve ya lo transformó en rutina. Hatsa el silencio, me fiel compañero ya me resulta pesado.

HIPOTECO MI VIDA A AQUEL ACREEDOR QUE PUEDA VENDERME UNA NUEVA DIMENSION!

Me insulte en el espejo observando mis propias locuciones y gestualidades, confronte mis ideas mas opuestas para llegar a disgustarme de ambas partes. Intente romperme y armarme nuevamente de diferentes formas y hasta perdí piezas en aquellos procesos, era obvio, soy un poco distraído y desordenado.
Sigo pensando en pasado, presente y futuro en tres dimensiones y hasta en HD.

Prefiero los cines vacíos, alguna expresión en algún rostro que pasa ausente entre tantas figuras que chocan el viento; alguna lágrima a un día de sol que no se hace notar.  

“NO SE LO QUE QUIERO, PERO LO QUIERO YA” dijo Luca, el si supo decir todo en una oración!

sábado, 11 de junio de 2011

Opaquedad.-

MMXI


La desventura de un cielo que se funde en el uraño de iconito salmón y las perplejidades, me hace sentir como desmoronándome lenta y sofocantemente cuando son las 7 de la tarde y termino de esbozar un suspiro que desdibuja el vapor del café.
El día, entre los días que caen rotundamente como avalanchas, se suspende ante el marco de la presencia escénica, sin imagen, de una musa tímida.. que ante el frenesí de una canción de Led Zeppelin que no tropieza, desvincula todo pensamiento de una realidad que no detiene en desazones, convulsiona desde el pretérito al futuro perfecto que pende del tendedero.-

Retazos de Espantapajaros de Oliverio.-


De mi compartimento sólo queda un pedazo de puerta. Echo a un lado los cadáveres que me rodean. Rectifico la latitud de mi corbata, y salgo, lo más campante, sin una arruga en el pantalón o en la sonrisa.
Aunque preveo lo que sucederá, otras veces me embarco, con la esperanza de que mis presentimientos resulten inexactos.
Así como hay hombres cuya sola presencia resulta de una eficacia abortiva indiscutible, la mía provoca accidentes a cada paso, ayuda al azar y rompe el equilibrio inestable de que depende la existencia.
La vida se complica cuando se hallan escombros a cada paso! ¡Pero es tal la fuerza de la costumbre!... Insensiblemente uno se habitúa a vivir entre cadáveres desmenuzados y entre vidrios rotos, hasta que se descubre el encanto de las inundaciones, de los derrumbamientos, y se ve que la vida solo adquiere color en medio de la desolación y del desastre.
Necesito esqueletos pulverizados, decapitaciones ferroviarias, descuartizamientos inidentificables, y es tan grande mi amor por lo espectacular, que el día en que no provoco ningún cortocircuito, sufro una verdadera desilusión.
Mi vida resulta así una preñez de posibilidades que no se realizan nunca, una explosión de fuerzas encontradas que se entrechocan y se destruyen mutuamente. El hecho de tomar la menor determinación me cuesta un tal cúmulo de dificultades, antes de cometer el acto más insignificante necesito poner tantas personalidades de acuerdo, que prefiero renunciar a cualquier cosa y esperar que se extenúen discutiendo lo que han de hacer con mi persona, para tener, al menos, la satisfacción de mandarlas a todas juntas a la mierda.
Un día en que la calma ya es una maldición, desanudas un pañuelo de seda, te ahorcas con una trenza de mujer.
 En estas condiciones, creo sinceramente que lo mejor es tragarse una cápsula de dinamita y encender, con toda tranquilidad, un cigarrillo.
Dejé la sociabilidad a causa de los sociólogos, de los solistas, de-los sodomitas, de los solitarios. No quise saber nada con los prostáticos. Preferí el sublimado a lo sublime. Lo edificante a lo edificado.
Aprendí de memoria el horario de los trenes que no tomaría nunca.
Fui metodista, malabarista, monogamista. Amé las contradicciones, las contrariedades, los contrasentidos...
“¡En la vida hay que sublimarlo todo... no hay que dejar nada sin sublimar!”
Difícilmente otra revelación me hubiese encandilado con más violencia: fue como si me enfocaran, de pronto, todos los reflectores de la escuadra británica. Recién me iluminaba tanta sabiduría, cuando empecé a sublimar, cuando ya lo sublimaba todo, con un entusiasmo de rematador... de rematador sublime, se sobreentiende.
Desde entonces la vida tiene un significado distinto para mí. Lo que antes me resultaba grotesco o deleznable, ahora me parece sublime. Lo que hasta ese momento me producía hastío o repugnancia, ahora me precipita en un colapso de felicidad que me hace encontrar sublime lo que sea: de los escarbadientes a los giros postales, del adulterio al escorbuto.
¡Ah, la beatitud de vivir en plena sublimidad, y el contento de comprobar que uno mismo es un peatón afrodisíaco, lleno de fuerza, de vitalidad, de seducción; lleno de sentimientos incandescentes, lleno de sexos indeformables; de todos los calibres, de todas las especies: sexos con música, sin desfallecimientos, de percusión!
Ciudadano genial —¡muchísimo más genial que ciudadano!— con ideas embudo, ametralladoras, cascabel; con ideas que disponen de todos los vehículos existentes, desde la intuición a los zancos! De un temperamento devastador y reconstituyente, capaz de enamorarse al infrarrojo, de soldar vínculos autógenos de una sola mirada.
Que otros practiquen —si les divierte— idiosincrasias de felpudo. Que otros tengan para las cosas una sonrisa de serrucho, una mirada de charol.
Yo he optado, definitivamente, por lo sublime y sé, por experiencia propia, que en la vida no hay más solución que la de sublimar, que la de mirarlo y resolverlo todo, desde el punto de vista de la sublimidad.
¿Nos olvidamos, a veces, de nuestra sombra o es que nuestra sombra nos abandona de vez en cuando?
Hemos abierto las ventanas de siempre. Hemos encendido las mismas lámparas. Hemos subido las escaleras de cada noche, y sin embargo han pasado las horas, las semanas enteras, sin que notemos su presencia.
¿Pensamos en alguien que está ausente? ¿Buscamos, en nuestra memoria, un recuerdo perdido? En todo caso, nuestra atención se encuentra en todas partes y en ninguna, hasta que, de repente advertimos un estremecimiento a nuestros pies, y al averiguar de qué proviene, nos encontramos con nuestra sombra.
Quisiéramos acariciarla como a un perro, quisiéramos cargarla para que durmiera en nuestros brazos, y es tal la satisfacción de que nos acompañe al regresar a nuestra casa, que todas las preocupaciones que tomamos con ella nos parecen insuficientes.
¡Bonita fiesta la de ser un durmiente que usufructúa de la predilección de los súcubos!
A unos les gusta el alpinismo. A otros les entretiene el dominó. A mí me encanta la transmigración.-

Oliverio Girondo





miércoles, 8 de junio de 2011

Experiencia.-


Siempre hay excepciones a la regla? No siempre, pero siempre se puede ser lo suficientemente meticuloso como para crear en un margen de incertidumbre alguna posibilidad, dar a creer o creerse que las excepciones existen.

Después de todo el hombre no se conforma con repetir sus errores, no es solo el impresionarse y conocer lo que lo conduce a caer nuevamente en los mismos abismos. 

Y nos marcamos, y nos marcan. Estamos tan grabados que esta forma que poseemos es consecuencia de ese pasar del tiempo. No podremos ser lo que fuimos, ni siquiera intentarlo. Cambian las épocas, los entornos, las amistades, algunos rasgos de la personalidad, gente que aparece y desaparece. El cuerpo se renueva con cada célula que muere y nace, la piel se gasta y se regenera, el cabello y las uñas crecen… Y cambian las formas y los tamaños, los colores, las luces y las sombras.

Experiencias? Que es la vida si no es la suma de experiencias? De todo tipo, el hombre es posibilidad dacia Nietz, y la única posibilidad que con toda precisión se puede alegar e que tarde o temprano  moriremos. He aquí el punto y aparte de las experiencias.

Y esos asuntos que se nos presentan o nos planteamos, no son acaso un proceso cíclico?  Los problemas… son nuestros desafíos desde el momento que nos rozan y nos hacen participes, de diferentes especies y géneros, grandes y chicos… Es difícil limitarlos y desde el principio se podría considerar que el feto enfrenta el problema de la supervivencia. 

La clave de lo que denominan progreso, el problema que se resuelve en cualquier plano: social, científico, ideológico, filosófico, cultural, étnico, etc. Y es que cuando uno se resuelve, en el transcurso de su tratamiento, ya surgieron nuevos. Los desafíos/problemas a resolver son constantes.

Ya enunciado: Tesis, antitesis, síntesis.

Todos los problemas son necesarios, desde los mas pequeños a los mas grandes, ambos se deben tratar… Cuando pensamos que no debemos preocuparnos por pequeñeces o lo hacemos considerándolo nos equivocamos. Dependiendo del tratamiento de los pequeños problemas surgirá el comportamiento frente a los grandes, son influyentes como toda experiencia y son necesarios. Los pequeños problemas o anomalías,  de no resolverse se acumulan y se convierten en grandes, desvirtuados en parte de la naturaleza de uno en particular, como resultado de un conjunto.

Y porque escribo esto? Porque siento la necesidad de retribuir y contar mi experiencia. Hoy abrí un cajón y en una carpeta que contiene decenas y decenas de hojas, tome una de las mas gastadas y leí un poco de esas palabras que dibuje hace ya muchísimo tiempo cuando estaba finalizando mi infancia. De allí surgió todo este asunto.

Aquellas viejas hojas se encuentran allí porque una amiga, de esa gente provechosa que uno tiene el gusto de cruzarse en la vida, me dijo alguna vez algo así como: Guarda todo, no tires nada… es la manera de darte cuenta como pensabas, como escribías, cuales eran tus intereses y finalmente sintetizar contraponiéndolo a los tiempos futuros.

Mis preocupaciones eran otras, mas simples talvez, menos existenciales? (risa) posiblemente. Las palabras y la forma de dibujar las circunstancias que me rodeaban y mi mundo interior eran infinitamente distintas… Era un poeta! y monaguillo? (sonrisa). Me asemejaba bastante al esteriotipo de niño que los padres desean criar: sencillo, dulce, comprensivo, vivaz, atento y bastante revoltoso por lo cual debían tenerme en mira.

Todo cambia y, para suerte de algunos y desventura de otros, no existen remedios ni viajes en el tiempo. 

Acepto mi realidad subjetiva, acepto mi presente, acepto mi pasado y enfrento mi futuro.

Una nueva hoja a la carpeta.

 Julián