Ruedo a través de las calles dibujadas en mis obras mentales recogiendo la estampa de rostros y rasgos en la fotosensiblilidad de mis cajones internos.
El domino de las causas termino con su ultima ficha tirando mi puerta.
La experiencia me doto de efectos, se que los bondis aceleran cuando uno corre a la parada, conozco la velocidad constante para cruzar sin detenerme en las esquinas, se que se comienza por intriga y que puede sucederle un interés, y se que aveces me pierdo y suelo ser viento, o rafaga de luz, o contraerme en piedra...
Y que no se puede detener el eterno fluir, sino desviar el rumbo a la vertiente.
Aveces, encuentro en alguna melodia de Bach, en un reflejo del agua o en las sombras que se proyectan a lo largo de la acera, ecuaciones que me acercan a mis máximos, a mis minimos y me acotan; O me disipo en una obra surrealista y me siento en unión a todos los astros, como intrascendente.
Julián