martes, 3 de mayo de 2011

Se juntaron a tomar el te en la misma mesa.-

Resulatado de un intercambio de ideas entre Eraclito, Nietzsche, Ingenieros y demas amigos mientras  tomaban un te de cedrón y escuchaban Spinetta..

"Acabada su carrera terrenal, el hombre está muy lejos de entrar en la eternidad o de reposar en el reino de los cielos. El devenir arrastra tras de sí todo el pasado. Nuestro sistema solar es un punto en el cosmos; en ese punto es un simpe detalle el planeta que habitamos; en ese detalle la vida es un transitorio equilibrio químico de la superficie; entre las complicaciones de ese quilibrio viviente la especie humana data de un período brevísimo; en el hombre se desarrolla la función de pensar como un perfeccionamiento de la adaptación al medio.¿Por qué un pequeño planeta y una miserable especie animal de ese planeta iban a constituir una excepción en medio de ese espectáculo eterno? Dejemos a un lado estos sentimentalismos. Solo vives por esa partícula de ensueño que te sobrepone a lo real.
 ¿Carece este devenir eterno de final? ¿Qué son los motores de esa inmensa obra de relojería? Están ocultos, pero son los mismos en ese gran reloj que llamamos historia. La esfera horaria son los acontecimientos. Hora tras hora avanzan las agujas para, al sonar las doce, comenzar de nuevo; entonces irrumpe un nuevo periodo del mundo.
Sobre la persona..
Ser un tipo especial de persona, o al menos parecerlo. Un sentimiento de especialidad que la mayoría de las personas experimenta transformándolo en normal. Todo es mas normal de lo que parece, solo hace falta observar y encontrar patrones para categorizar a las personas en diferentes grupos, algunos de ellos son mas numerosos que otros, pero a toda persona se la puede categorizar en sentido amplio.
Para comenzar a interpretar patrones de comportamiento y acción, el objeto de estudio mas cercano y de mas accesible cuestionabilidad es uno mismo.
Sometiéndose uno a largos cuestionarios puede llegar a barios resultados.
Debemos tener en cuenta que el entorno moldea, somos la recopilación conciente e inconciente de los millones de datos que almacenamos desde la concepción e incluso adquirida del material genético.
El mecanismo que procesa y administra los datos establece una serie de premisas y modelos mentales de acuerdo a los cuales se responde.
Todo fuera del ser es caos, encausarlo a un patrón de orden nos da un sentido de realidad, una convención del hombre en sociedad lo hace común al grupo o comunidad estableciendo el designio de las cosas y creando palabras para comprenderse. No obstante la realidad no deja de ser subjetiva, construida sobre acuerdos de interpretación de los hombres, aunque no muchos se lo cuestionen.
El propósito, el fin, tan sólo existe para nosotros; igual que sólo para nosotros existe el cambio y, asimismo, para nosotros, solamente las épocas y los periodos.
Todo se mueve en círculos gigantescos, que giran unos en torno a otros a la vez que devienen; el hombre es uno de los círculos más interiores. Si quiere medir las oscilaciones de los que están en la periferia, tiene que abstraer de sí y de los círculos que le quedan más cerca los otros, más amplios y englobantes. Esos círculos más cercanos a él son la historia de los pueblos, de la sociedad y de la humanidad.
Y es que el hombre nunca es otra vez el mismo; pero si fuera posible revolucionar, por obra de una voluntad fortísima, el pasado entero del mundo, de inmediato entraríamos a formar parte de las filas de los dioses libres, y la historia universal no sería ya para nosotros otra cosa que un autoembriagarnos en brazos del ensueño; cae el telón, y el hombre se encuentra de nuevo, como un niño que juega con mundos, como un niño que se despierta con la luz de la mañana y sonriendo, borra los sueños terribles de su cabeza."

No hay comentarios: